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LA AROMATERAPIA

Escrito por Alexis Cruz

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Publicado en

UN ARTE CON PROPIEDADES CURATIVAS

¿Cómo impactan en el cerebro?

Los aromas influyen en la mente, el ánimo y los sentimientos; pueden evocar emociones y recuerdos positivos desencadenando estados emocionales, que van desde la alegría, la felicidad, la excitación, el relajamiento o incluso la nostalgia.

Un aroma en particular puede producir un gran impacto en el sistema límbico (cerebro), ya que éste se compone de varias estructuras funcionalmente interconectadas donde radican las emociones y se regulan los ritmos y la producción hormonal.

También se ha encontrado que tienen efecto en el estado de ánimo, comportamiento y productividad al propiciar la liberación de neurotransmisores; por ejemplo, la serotonina produce un efecto relajante, mientras que ciertas endorfinas pueden inhibir el dolor y aumentar el placer sexual.

Partiendo de estos principios es que la aromaterapia ha desarrollado fragancias terapéuticas que estimulan nuestros sentidos de diferentes maneras.

 El uso de los aromas: una larga historia

La Aromaterapia ha estado presente en todas las civilizaciones de mundo antiguo. El uso de aromas data por lo menos 3,500 años a.C., cuando eran considerados como elementos curativos, cicatrizantes y se utilizaban en diferentes rituales de índole espiritual.

Muchos pueblos primitivos utilizaban plantas, flores y maderas quemadas en sus ritos y ceremonias religiosas. Desde China y la India hasta Egipto, donde ya usaban los aceites esenciales de las plantas como medicamentos, ungüentos, perfumes, cosméticos y hasta para la conservación de cuerpos inertes para su “viaje eterno”.

El primero en hablar de aromaterapia fue el químico francés René Maurice Gattefosse, quien, tras observar que los aceites esenciales contenían poderosas propiedades antisépticas y curativas, publicó su primer libro, en el que afirmaba que inhalar ciertos olores podía aliviar enfermedades como la depresión o la ansiedad.

La actualidad de la aromaterapia

Con el paso del tiempo se han localizado fragancias especialmente poderosas y entre las que actúan positivamente sobre la mente y las emociones están lavanda, sándalo, incienso, naranja, limón, jazmín, melisa, palo de rosa, manzanilla e ylang-ylang. Y en la actualidad son muchos los estudios e investigaciones que documentan las virtudes de los extractos y esencias procedentes de flores, hierbas y árboles.

Si bien es cierto que siempre es mejor acudir a un experto en aromaterapia que pueda encontrar el aceite esencial que más se ajuste a sus necesidades, también es posible realizar esta práctica de forma casera, haciéndose asesorar en los centros o locales donde se distribuyen las esencias.